Vladimir Putin pretende controlar el rap en Rusia sin llegar a prohibirlo

Vladimir Putin es, posiblemente, la persona más carismática del planeta por muchas y muy variadas razones. Le gustan los animales, gestiona bien sus relaciones con los enemigos y, bueno, tiene pinta de ser una buena máquina de matar. Sin embargo, entre sus cosas malas está el control que quiere llevar sobre un género musical como el rap.

Y, claro, este tipo no es un simple ciudadano de a pie que expresa su opinión sin ningún tipo de relevancia por y para el prójimo, no. Si Putin dice que necesitan encontrar una forma de controlar el rap, siendo dirigente de un país tan extenso y especial como Rusia, pues eso quiere decir que los raperos lo tienen bien jodido a partir de ahora para expresarse libremente.

Al igual que está ocurriendo en el mundo entero, la cultura urbana está creciendo y popularizándose de manera desmedida por Rusia. La gente joven ya no quieren tripaloski, ahora tienen ganas de probar suerte en el mundo del rap. El sábado, durante una reunión en St. Petersburgo, Putin expresó su preocupación por esta new wave y habló de la necesidad de establecer algún tipo de control sobre lo que se debe y no se debe decir. Eso sí, se mostró en todo momento en desacuerdo con la prohibición del género. En The Guardian , aparecen una serie de declaraciones a modo de explicación de lo que para él es la base del rap:

Está basado en tres pilares: sexo, drogas y la protesta contra cualquier cosa, propagada entre los jóvenes, aunque a veces hay algo más profundo. No me preocupa tanto la protesta como el tema de las drogas.

Hace alrededor de un mes, el popular rapero Husky fue arrestado mientras ofrecía una especie de concierto subido encima de un coche. El principal problema reside en las letras, como siempre. A Putin no le gusta que los artistas enfoquen sus lyrics hacia la violencia policial, la corrupción o la pobreza.

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Lo peor es que, a raíz de este suceso, otros artistas como Allj y Gone.Fludd se han visto obligados a cancelar sus shows por presiones del gobierno o amenazas violentas. Pese a lo que pueda parecer, Putin está en contra de la cancelación de conciertos, ya que resulta contraproducente y podría provocar un efecto boomerang -es decir, que el rap se popularice todavía más-.

¿Qué pensáis del dirigente ruso? Contadnos vuestra opinión en los comentarios.

Este verano, Conor McGregor y Putin pasaron una velada sensacional en el Mundial de fútbol.