¿Por qué el mundo conecta de esa manera con «Star Wars»?

Aunque suponemos que él dirá que no, estoy seguro de que George Lucas no solo sabía que «Star Wars» sería un rotundo éxito en su estreno en 1977, sino que cambiaría el modo de ver el cine, el espectáculo y el merchandising. Por no decir que casi crea una religión en torno a su saga de películas.

Y digo que imagino que Lucas sabría lo que pasaría porque prefirió bajarse su sueldo como director a cambio de quedarse con los royalties por merchandising, cuestión a la que Fox dijo que sí con los ojos cerrados, aunque hoy aun lo estén lamentando.

El orondo barbudo sabía tanto del valor de su producto que le costó un infarto y un divorcio… y aun así siguió adelante hasta acabar haciendo historia en mayúsculas.

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Es por esas y muchas otras razones por las que George Lucas sabía (mucho más que incluso los actores y el resto de implicados) que acabaría creando un inmenso legado.

«Star Wars» era una trilogía en la que había trabajado gran parte de su vida, y como se suele decir «tu primera película es la mejor porque es la que has estado escribiendo en tu cabeza casi desde que naces», aunque en este caso habría que aplicar eso a la primera trilogía casi como un pack cerrado con introducción (Episodio IV), nudo (Episodio V) y desenlace (Episodio VI).

La cuestión es que los que ven desde fuera «Star Wars» lo hacen desde un punto de vista reduccionista, y así es imposible valorar la calidad y la importancia de la creación.

Porque «La guerra de las galaxias» no es solo un capricho estético pop, es una maravilla que engloba lo mejor del cine clásico de aventuras, de Akira Kurosawa, de Sergio Leone, de Lawrence de Arabia y toda la amalgama filosófica y espiritual sobre estar presente y el aquí y el ahora que está de moda estos días y que Lucas ya leía en los sesenta.

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Esa es la gran conexión de «Star Wars» con millones de personas de todo el mundo. Mientras la mayoría de blockbusters ofrecían un producto de consumo rápido, George Lucas supo crear un vínculo especial ofreciendo mensajes trascendentes bajo un papel de regalo de cine comercial y accesible.

Sus películas sobre Luke Skywalker y compañía ofrecían entretenimiento de la máxima calidad, pero también algo más complejo y rico que hacía despertar algo mucho más profundo en personas de todo el globo. Hablamos de autoconfianza, de estar 100% en el ahora, de saber que somos uno con el universo y muchas cosas más que descubrimos después y que Lucas nos contó mucho antes. El viaje del héroe en versión amplificada.

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Aunque las precuelas y las películas post-Disney han podido desdibujar un poco esa trascendencia, hay que dar al César lo que es del César. «Star Wars» no es un fenómeno mundial incomparable desde hace más de cuarenta años por ofrecer un simple entretenimiento, eso lo saben los fans de las películas… y se lo pierden los que prefieren no verlas.

Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.