Roban un millón de dólares en joyas en la casa de Tee Grizzley
Que los raperos en Estados Unidos gastan lo más grandes en joyas, lujos y ostentosidades es algo que todos conocemos. Que son continuamente disparados, robados o asesinados por ellas es algo que también. Aunque ya no solo se trata de cubrir tus espaldas cuando sales a la calle con un colgante de oro blanco y diamantes, sino que también debes vigilar muy bien tu casa y lo que guardas en ella.
Y si no que se lo digan a Tee Grizzley, al que unos ladrones robaron nada más y nada menos que un millón de dólares en joyería. El suceso tuvo lugar en su casa hace dos semanas, aunque la noticia acaba de salir a la luz ahora. Por suerte, no había nadie dentro cuando todo sucedió, con lo que el rapper y los suyos no fueron ni amenazados ni heridos.
Tee Grizzley no estaba en casa cuando entraron a robarle sus joyas
Tal como reporta TMZ , y según fuentes policiales, los ladrones entraron en la casa rompiendo el cristal de una ventana, vamos: de un modo bastante rústico y sencillo. La casa de Grizzley se encuentra en Poster Ranch, una zona muy acomodada de Los Ángeles. De hecho, es el mejor barrio (y el más caro) del valle de San Fernando.
Aunque la joyería sustraída tiene un valor de alrededor de un millón de dólares (han leído bien), lo cierto es que ni las autoridades ni el propio artista pueden confirmar con exactitud cuánto dinero ha sido robado en metálico.
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Curiosamente, el robo coincidía con el lanzamiento de su single ‘Robbery Part 4’ (que significa ‘Robo’, como sabréis/habréis deducido), casi como si se tratara de una triste y lamentable justicia poética.
Grizzley era amigo personal, y frecuente colaborador en la música, de PnB Rock, que fue asesinado hace solo unos días, también precisamente con la vergonzosa excusa de robarle las joyas que le pertenecían.
Veremos si la policía es capaz de dar con los ladrones de las joyas y el dinero de Grizzley, todo depende en gran medida de las cámaras que tuviera en la casa y de las que hubiera en el vecindario. Sea como sea, casi puede ir haciéndose a la idea de que no va a volver a verlas nunca más.
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