Review de «Superdetective en Hollywood: Axel F.»: la vuelta de un clásico
El inmenso riesgo cada vez que se reactiva una saga clásica del cine (aunque en este caso se trate de una comercial, accesible y con todos los tics de los ochenta) es dejar al público con la sensación de que la única intención era hacer caja con una marca reconocible, y no la de hacer una buena cinta que recupere todo lo que amábamos de las películas originales.
Por suerte, «Superdetective en Hollywood: Axel F.» («Beverly Hills Cop. Axel F.» en su título original) es de las segundas, significando una nueva entrega a destiempo que intenta respetar todo lo que nos hizo amar los tres primeros largometrajes protagonizados por el ya legendario Eddie Murphy, por el que no parecen pasar los años, dicho sea de paso.
¿Merece la pena la esperadísima nueva entrega de «Superdetective en Hollywood»?
Dirigida por Mark Molloy , esta nueva entrega, que ha ido directamente a Netflix , narra cómo la hija del inspector Axel Foley corre peligro, con lo que deberá hacer su tradicional viaje del Detroit más urbano al Beverly Hills más elegante a desarticular toda una trama mafiosa y a una serie de policías corruptos. Por supuesto, junto a sus viejos amigos Billy Rosewood y John Taggart.
Entre explosiones, persecuciones, tiroteos, chistes marca de la casa, homenajes a las películas originales y la siempre interesante adición de Kevin Bacon y Joseph Gordon-Levitt (y también de Taylour Paige como hija de Foley), «Superdetective en Hollywood: Axel F.», consigue entretenernos de manera más que decente durante casi 120 minutos y sacarnos alguna que otra sonrisa.
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Por supuesto, el peso de la película se basa en el carisma de Murphy, que llena y completa cada escena con su tradicional sonrisa, su característica chaqueta de béisbol y sus adidas clásicas.
La cuarta entrega de la saga protagonizada por Axel Foley no va a revolucionar la historia del cine ni es «El Padrino. Parte 2», ni tampoco lo pretende. Es una cinta comercial, de chistes fáciles, ruidosa, dinámica y bien dirigida: todo lo que eran las tres anteriores.
Y eso era lo único que necesitábamos.
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