‘Off the Books’: la increíble canción en la que descubrimos a Big Pun

Si somos completamente francos, la primera canción «profesional» de Big Pun fue en la cara B del single ‘Envy’ de Fat Joe, en un tema llamado ‘Firewater’ junto al propio Joe, Raekwon y Armageddon. Pero lo cierto es que se dio a conocer con un hit que dio la vuelta al mundo y venía de la mano de The Beatnuts. Sí, ese grupazo de la costa este.

La canción en concreto se llamaba ‘Off the Books’ y rápidamente se convirtió en un must para los amantes del rap de todo el mundo. No era para menos: el beat era tan absolutamente increíble que cuesta trabajo quitárselo de la cabeza.

Para colmo, los raps de Pun junto a Cuban Link (aquí también invitado), Juju y Psycho Les, no podían ser mejores. No hace falta decir que, desde la primera escucha, sabíamos que estábamos ante un clásico instantáneo.

‘Off the Books’ fue el tercer single del magnífico LP ‘Stone Crazy’ de The Beatnuts y puede que siga siendo su tema más recordado. Sí: a pesar de que el grupo ha lanzado otros temas pegadizos (pero que suenan al mejor rap) como «No Escapin’ This» o ‘Watch Out Now’. El sencillo salió en aquel lejano y competitivo (para el rap) 1997.

Producido por el propio grupo, el tema sirvió para que fijáramos la atención en ese orondo tipo lleno de talento llamado Christopher Ríos y apodado Big Punisher o Big Pun. Como saben, el emcee murió de una parada cardíaca en el año 2000, amplificando aún más su leyenda y su legado.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

El clip musical fue dirigido por Chris Robinson (que se ha puesto tras las cámaras para dirigir en vídeos a JAY-Z, Beyoncé, Alicia Keys o Nas, es decir: los grandes pesos pesados del negocio) e incluía cameos de la popular locutora de hip hop Angie Martínez y de Fat Joe. El segundo, como saben, un habitual de Pun.

‘Off the Books’ no solo cuenta con uno de los mejores beats de la historia del rap, sino que sirvió para que el mundo entero descubriera la habilidad en el micro de Big Pun. Un tipo con un talento tan gigante para el rap como el tamaño de los traumas de la infancia que arrastraba y que lo llevaron a la obsesión por la comida y, por lo tanto, al infarto.

Eso sí: nadie podrá quitarle el honor de haber dejado para la posteridad esta canción que suena tan increíble en 2021 como en aquel lejano 1997, cuando la escuchamos por primera vez.