«Nosotros» (Us): lo que pudo ser y no fue, al ritmo del ‘I got 5 on it’ de Luniz
No cabe ninguna duda de que ya en su debut como director de largometrajes, Jordan Peele recibió todo el hype del mundo y más. Aquella película (hablamos de «Get Out» o «Déjame salir» en España) venía a refrescar el manido género de terror con una historia diferente y un modo de contarla (y dirigirla) bastante original.
El film se estrenó y la recepción fue fantástica (incluyendo las nominaciones y los premios), quizás incluso por encima de la calidad de la cinta (que era y mucha), pero aún así, agradecíamos los enfoques diferentes, la intrahistoria, el mensaje social y esa ambientación entre cotidiana y perturbadora que evocaba cada segunda de reproducción.
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Peele pasó de ser un desconocido a casi el nuevo Hitchcock (la prensa y su necesidad de crear títulos y titulares) y, como era de esperar, no tardó en tener su siguiente proyecto aprobado, que en éste caso se llamaría «Us» («Nosotros»).
La película narra la historia de un matrimonio con dos hijos que vuelve a su residencia de verano a pasar unas tranquilas vacaciones. Tras un bonito día de playa vuelven al hogar a cenar y dormir, y entonces uno de ellos ve las siluetas de cuatro personas acechando en la puerta. Lo que iban a ser unas idílicas vacaciones norteamericanas se convierten en todo lo contrario, y esa es la historia a grandes rasgos y sin spoilers.
Hasta aquí todo bien.
¿Un hype desmesurado para Jordan Peele?
Con un más que eficiente reparto liderado por la sobresaliente Lupita Nyong’o, Jordan Peele cuenta una historia que comienza fascinante pero que poco a poco empieza a deshincharse por querer ir más allá, por querer buscar cierta trascendencia forzada y una especie de mitología que no acabamos de creernos.
Y es una pena. La película tiene prácticamente todo lo que le pedimos de base a una buena cinta de terror: una buena historia, buenas interpretaciones, buena ambientación, una dirección de primerísimo nivel y una gran dosis de imprevisibilidad. La cuestión aquí es que el querer ir más allá acaba ofreciendo un mensaje social forzado y unas conclusiones no siempre nítidas.
Tristemente, la película ofrece todo lo que buscamos sobre el papel para que hubiera acabado como obra maestra del género, pero se pierde entre supuestas complejidades que no necesita. Una trascendencia socialmente necesaria que igual no es obligatorio implementar de forma tan poco natural para esta cinta, y que sería más útil en cualquier otro vehículo de lucimiento.
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Una cinta que podía acabar siendo una absoluta maravilla y que se queda en lo que pudo ser y no fue, y que muere por innecesariamente excesiva, porque una dirección magnífica no puede arreglar una historia que cojea… Y si no, que se lo digan a Shyamalan.
Quizás cuando ensalzan tanto tu figura (hablamos de Peele) puede ocurrir esto. Uno se relaja, confía en exceso en sus talentos y quiere suplir con pasión lo que falla en trabajo previo. Aún así, vemos tantas virtudes cinematográficas en «Us», que no podemos sino esperar lo mejor en la futura filmografía de Jordan Peele.
Una mente creativa, un director con brío que simplemente tiene que aprender a cerrar completamente sus películas para que no pensemos que estamos ante un experimento tan estimulante como hinchado. Una película fallida que se merece un visionado y que sin embargo nos deja un horizonte de esperanzas: el prometedor futuro de su director. I got five on it.
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