Metro Boomin empieza a alejarse de las plataformas de streaming

Metro Boomin ha puesto sobre la mesa una crítica fundamentada al modelo de negocio de las plataformas de streaming digital. Su descontento radica en las ínfimas ganancias que los artistas reciben de estas plataformas, una realidad que ha llevado al productor a considerar seriamente el cese de lanzamientos de sus álbumes en dichos servicios.

Metro ha estado en boca de todos por incitar la batalla entre titanes como Drake y Kendrick Lamar, y por alcanzar el estatus de platino con sus álbumes de estudio, así que ajeno al éxito en el mundo del streaming precisamente no es. Su reciente colaboración con Future, «WE DON’T TRUST YOU», ha dominado las listas, demostrando su poderío y influencia en estas plataformas.

Sin embargo, a pesar de este éxito, ha revelado planes de despedirse de las plataformas, motivado por un análisis que desglosa las ganancias mínimas que los artistas obtienen de la transmisión. Según este, un artista apenas logra obtener 25 dólares de un fan que reproduce su música 20 veces al día durante un año.

O sea, que escuchando 7300 veces tu tema favorito le has dado un poco más de 20 dólares a su creador. Un poco triste sí suena.

Esta revelación ha desatado un debate sobre la justicia y la sostenibilidad del modelo de negocio de las plataformas. Con Metro Boomin a la cabeza ahora mismo, pero es algo ampliamente discutido, vaya. La venta de parte de su catálogo a Shamrock Capital por 70 millones de dólares le sirvió para generar más allá de los ingresos por streaming, eso también es verdad.

La decisión de Metro Boomin de posiblemente hacer de su próximo álbum el último lanzado en streaming podría marcar un punto de inflexión en la industria. No solo destaca el descontento de los artistas con el sistema actual, sino que también sugiere un cambio inminente en la forma en que la música se distribuye y consume. Ojalá, vaya.

Con esta posible despedida, Metro Boomin no solo busca proteger su arte y su valor como artista, sino que también plantea un desafío al status quo, invitando a otros artistas a reconsiderar su relación con las plataformas de streaming.