El equipo olímpico de Reino Unido envuelto en caos en el aeropuerto
Todo el mundo sabe que los viajes en grupo son una mierda. A ver, no. Tienen cosas que son la hostia, y cosas que son una mierda. Ahora sí. Si no me creéis, preguntadle al equipo olímpico de Reino Unido.
La realidad es que, quien más o quien menos, todos nos hemos visto envueltos alguna vez en la vida en estas circunstancias: los viajes del colegio o el instituto, los que haces con los colegas para pegarte la fiesta durante una semana, los que reúnen a veinte miembros de tu familia, incluso al primo ese del pueblo al que no soportas que te parece un garrulo. En fin, que todos nos hemos visto alguna vez en la tesitura de un viaje con bastantes integrantes, y aunque la diversión tiene posibilidades de crecer exponencialmente, el desorden y el caos también.
Nadie se libra de esto, nadie, ni tú, ni yo, ni el primo del pueblo, ni un atleta olímpico que se vuelve a casa con tres medallas de oro… Nadie, repito, nadie puede librarse de las garras del descontrol que se forma en los viajes grupales. Y, como si no fuera bastante caótica la situación de por sí, si la organización es deplorable, puede empeorar de forma crucial. Esta vez, los atletas de Reino Unido se han visto en medio del berenjenal cuando se han dado cuenta de que la persona que tenía que hacer que todo fuera bien, dedicó unos minutos de su tiempo en idear una de las mayores genialidades de los juegos de este año.
Situación hipotética:
Hmmm… Bueno, nuestros chicos tienen que irse a competir este año a Brasil y hay que animarles y darles fuerzas para que se sientan apoyados y tenemos que encontrar la forma de que formen un poco piña y les dé sensación de equipo. ¿Qué hacemos? ¿Organizamos una cena todos juntos? Uf, quita, quita… ¡Tanto organizar cosas se me van a derretir las neuronas! ¡Eh, espera! ¡Tengo la idea del año! ¿Por qué no les compramos a TODOS los atletas olímpicos de nuestro país la misma maleta roja? ¡Así todos van con maletas iguales! ¡Qué bien! ¡Seguro que eso les ayuda mucho en sus vidas!
Eso debió pensar quien fuera que estuviera a cargo de la situación. En realidad, desconocemos lo que le movió a tomar esa decisión, pero es evidente que ha metido a los atletas británicos en un buen follón. Como era de esperar, su regreso a casa fue un poco más cansado de lo que debería haber sido, pues en vez de recoger rápidamente sus equipajes una vez aterrizaron en el país de origen, tuvieron que lidiar con la batalla de encontrar su propia maleta roja dentro de un océano de bolsas exactamente iguales. Esperemos que a alguno se le ocurriera la genialidad de ponerle un distintivo, llavero, cintita, o whatever fácilmente identificable.
Por suerte parece que se lo tomaron con buen humor y dejaron constancia de ello en las redes. Para nosotros, incluso para ellos, una situación extraña e hilarante sin más. Eso sí, que alguien despida al genius que tuvo esa idea, gracias.
Mine’s the red one!! pic.twitter.com/Z68nxrDyJ6
— Nick Dempsey (@nickdempsey1) 23 de agosto de 2016
«¡La mía es la roja!»
Carnage! pic.twitter.com/3ql8WQCkIQ
— 470 Girls (@470Girls) 23 de agosto de 2016
«¡Carnicería!»
OMGSHHHH 😱😂 pic.twitter.com/PofNEM3RXj
— Becky Downie (@Bdownie) 23 de agosto de 2016
«Oh Dios míoooo»
Anyone seen my red bag? @TeamGB #Olympics pic.twitter.com/R7NvpH1zrV
— Alex Gregory (@AlexGregoryGB) 23 de agosto de 2016
«¿Alguien ha visto mi bolsa roja?»