Lil Durk tendrá una nueva oportunidad para salir de la cárcel

Lil Durk se enfrenta a un momento decisivo en su complejo proceso judicial, que podría dar un vuelco si consigue salir de la cárcel antes de tiempo.

El rapero está acusado de ser el responsable de un presunto asesinato por encargo, aunque podría lograr la libertad bajo fianza antes de su juicio, previsto para el 8 de mayo, según documentos judiciales filtrados por Complex .

¿La estrategia de su defensa? El pasado 19 de abril, los abogados de Durk presentaron varias mociones solicitando la desestimación del caso. Su principal argumento: la fiscalía se basa en vódeos de YouTube subidos por páginas de fans y no en fuentes oficiales.

Para la defensa, esta “evidencia” es tan poco fiable como peligrosa. (¿Desde cuándo un video editado por un fan es prueba en un tribunal?)

Uno de los puntos más polémicos es el uso de las letras de la colaboración entre Lil Durk y BabyFace Ray, ‘Wonderful Wayne and Jackie Boy’. Los fiscales aseguran que esta canción prueba que Durk intentó capitalizar el asesinato de Saviay’a Robinson, primo del rapero Quando Rondo. Pero los abogados lo tienen claro: el tema fue escrito meses antes de la muerte de Robinson, así que… ¿coincidencia o simple persecución?

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Por si fuera poco, el gobierno sostiene que una versión del videoclip incluía imágenes de TMZ relacionadas con el asesinato. El equipo de Durk se defiende diciendo que ese vídeo no fue creado ni publicado por el propio Durk, sino por fanpages no afiliadas. En otras palabras: no le eches la culpa al artista por las movidas de sus fans.

La defensa va a por todas y han pedido la liberación de Durk bajo una fianza de más de dos millones de dólares (entre efectivo y patrimonio inmobiliario) o, directamente, la desestimación total del caso por la “injusticia” de la evidencia presentada.

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Pese a estar tras las rejas, Lil Durk sigue haciendo historia a su manera. Según contó su padre Dontay “Big Durk” Banks en una entrevista en Breakfast Club, el rapero ha aprovechado su tiempo en prisión para difundir el Islam entre sus compañeros de celda, pasando de cuatro a diecisiete musulmanes en su bloque.

Este caso está poniendo a prueba tanto al sistema judicial como a la resiliencia de Lil Durk. Queda claro que, pase lo que pase, el rapero no piensa dejar que las adversidades borren su legado. La historia aún no termina.