«Jeffrey Epstein: Filthy Rich»: la terrorífica élite explicada en Netflix

Jeffrey Epstein (1953-2019) estuvo desde los setenta en boca de todos los financieros de Wall Street. Un tipo que llegó a ejercer de profesor en la universidad sin tener titulación, un inmenso talento para las matemáticas y los números y un psicópata que acabó dirigiendo una de las mayores redes de prostitución de menores de la historia, o al menos que sea notorio y conocido.

Pero vayamos al comienzo de todo. La historia de Epstein es la del tipo hecho a sí mismo entre la capacidad y la picaresca, entre su magia para llevar las cuentas de terceros y robar a manos llenas a magnates como Lex Wesner , propietario de Victoria’s Secret, Abercrombie & Fitch y muchas otras marcas.

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Y es que la biografía de Jeffrey Epstein es parecida a la de muchos sociópatas: la del arribismo entre la inteligencia, la adulación y la sinvergonzonería. Es esa ausencia de moral y empatía la que les hace llegar más lejos económica y socialmente que al resto: no hay frenos éticos que les paren. Y de ahí a que muchas de las personas más relevantes del mundo tengan esta terrorífica característica.

Lo curioso de todo es que Netflix haya decidido hacer un completísimo documental de cuatro capítulos sobre el magnate y pederasta. Normalmente, alguien que ha estado tan vinculado a las élites (amigo personal de los Clinton o de Donald Trump) es ignorado en este sentido, y toda la información se suele llevar contraatacando con fake news del estilo del documental «Leaving Neverland» (del que siempre se ha dicho fue financiado por Epstein y Harvey Weinstein) para que nos centremos en la mentira en vez de en la realidad. El viejo truco trilero de los medios de comunicación, o mejor dicho de los poderosos que los poseen.

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Pero el documental de Netflix (llamado «Jeffrey Epstein: Filthy Rich»), parece jugar limpio, o relativamente limpio. Durante cuatro capítulos de casi una hora de duración cada uno se va desgranando la vida del multimillonario, desde sus humildes inicios en Coney Island a su entrada en la universidad como docente, a Wall Street, a las élites mundiales y a como fue formando una especie de red piramidal mundial de prostitución que incluía a clientes (siempre según el testimonio de las supuestas víctimas) al propio príncipe Andrew, duque de York entre muchos otros.

Poco a poco, el documental va metiéndonos en la perturbada mente de Epstein y sus cómplices (especialmente la que fuese su esposa: Ghislaine Maxwell) hasta tejer esa inmensa red de perturbación que acababa destrozando la vida de cientos (o miles) de chicas menores de edad. Hasta el punto de (y esto es un tenebroso spoiler) al millonario le regalaron tres menores de edad para uno de sus cumpleaños.

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Como buen psicópata, la pobreza y desesperación de sus víctimas era el motor que hacía cumplir sus depravados objetivos. Unos perturbadores placeres que se lograban gracias a que demasiada gente miraba hacia otro lado: pilotos de aviones privados, azafatas, trabajadores de las mansiones y políticos, demasiados políticos a los que Epstein financiaba y a los que no convenía que todo esto saliese a la luz.

«Jeffrey Epstein: Filthy Rich» es un gran y valiente documental en tiempos mentiras y medias verdades. Un acercamiento a la parte más terrorífica de ciertas élites que son aún más viles, perversas y corruptas de lo que podíamos llegar a pensar. Eso sí, no es una producción apta para cualquiera, a veces la ignorancia nos hace más felices que el conocimiento, sobre todo si es información de este corte y sobre las personas que hacen las reglas.