«Grimy»: pocas veces has visto una película más ghetto
Aunque el género ghetto (ese que narra los intentos de sobrevivir en los barrios pobres de Estados Unidos) ha dado de sí miles de películas, lo cierto es que la mayoría contaban con cierto presupuesto, si no con el respaldo directo de una multinacional. De hecho, la mayoría de grandes referentes cuentan con bastante dinero a sus espaldas para la producción.
Exacto, por mucho que narren la difícil realidad de las minorías en las zonas más desfavorecidas de Nueva York o California, la mayoría de estas producciones están llevadas a cabo con bastante capital. Y eso no solo se nota en la factura técnica, sino también en los actores, los cameos de las estrellas del rap, la promoción y en prácticamente todo.
Pues bien, hace poco se ha estrenado «Grimy» , una de esas excepciones que confirman la regla. Una cinta independiente (pero de verdad, no como las que llevan esa etiqueta para llamar la atención) que se ha llevado a cabo enteramente con solo 20.000 dólares. Una cifra irrisoria para la cantidad de millones con los que se suele hacer cualquier largometraje en USA.
«Grimy» se ha realizado con solo 20.000 dólares
Dirigida por David L. Walker (responsable de más películas con el mismo corte) y escrita por Maurandis Berger, Sterling M. Carter y el propio Walker, la cinta nos cuenta la historia de un policía encubierto (interpretado por el propio Berger) cuyas habilidades lo convierten en el único capaz de enfrentarse a los matones y a los traficantes.
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El hecho de haber crecido en esos mismos barrios hace que sea el candidato perfecto para empezar a desmontar toda la estructura de la delincuencia en los ghettos. Pero no todo será tan fácil, y es que llegados a un punto, Walker tendrá que plantearse si quizás se ha metido demasiado adentro. Tan adentro que ya no sabe si está del lado de los buenos o de los malos, si es que tal línea divisoria existe.
«Grimy» llama la atención por su bajísimo presupuesto, algo que es casi imposible de ignorar. Cintas que en teoría son similares como «Conflicted» (protagonizada por los chicos de Griselda Records) parecen en comparación una película de James Cameron. Y no es ninguna broma o exageración.
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Aun así, y a pesar de la cámara al hombro con la que está rodada la mayoría del tiempo, «Grimy» se deja ver. No es que la película vaya a ganar un Oscar de la Academia, pero sí vale como experimento de película sobre el ghetto hecha con presupuesto del ghetto, valga la pretendida redundancia.
Un proyecto meritorio hecho desde la sinceridad, la honestidad, la escasez de recursos y las ganas de hacer cine. Café para los muy cafeteros, como dirían muchos, y es que quizás es hora de que las películas sobre los barrios pobres no estén rodadas únicamente por multinacionales, lo que supone una especie de enorme contradicción. ¿O no?