El machote de la MMA que se hizo popó encima. Esta es su historia
La cosa es tan cruel como divertida. Te están partiendo la cara delante de cientos de personas, y de repente, en un intento de remontada aparece una marca marrón en tu pantalón que habla por sí misma, una mancha en la que tu adversario ya ha reparado segundos antes, suponemos que por el olor que desprende, y la cual le hace transformarse inmediatamente en tu camarada. Joder, es ese momento en el que das tanta pena que hasta tu oponente te empieza a dar palmaditas en la barriga para consolarte, pero cuando creímos que teníamos una bonita escena de compañerismo ¡Ploof! Te levantas y el plastote cae al suelo, y por si los gritos del público emocionado fueran poco ridículo, lo pisas. El árbitro se acerca, o mejor dicho lo intenta, pero hace un gesto con las manos rollo «ya vale, ya vale, yo no tengo nada que ver con esto». Todo esto fue lo que le pasó al luchador Travis Wolford en su última pelea contra Daniel Cooper.
Más tarde fue el promotor de Wolford, Christopher MacCorkle Smith, quien intentó aclarar los hechos vía Facebook, diciendo que esto le puede pasar a cualquiera, y que en parte se debió porque el luchador estuvo cenando unos chilis todo potentes en el restaurante Chili Night. A nadie realmente le importa un carajo la justificación, o para ser sinceros, a casi todo el mundo le da igual la MMA en general y la mayoría ni siquiera conocíamos su nombre. Sabemos que la red es cruel, así que veamos cuánto le cuesta a Internet convertir esta mierda en viral. Que aproveche el vídeo.
[do action=»video-youtube»]EFDGWxEdf6Q[/do]