‘Doggystyle’: aquella obra maestra de Snoop (Doggy) Dogg
Cuando uno habla de la vida y la carrera profesional de Snoop Dogg (antes Snoop Doggy Dogg) piensa en dos términos: talento y casualidades.
El primero por la fantástica habilidad del artista para fluir sobre un ritmo sin -necesariamente- decir mucho en sus letras. Y lo segundo porque Dogg es primo del fallecido Nate Dogg (habitual en los estribillos de media costa oeste) y a su vez amigo de la infancia de Warren G, hermanastro nada más y nada menos que de Dr. Dre y a su vez el máximo estandarte del G-Funk.
Pero la adolescencia de Calvin Cordozar Broadus -sí, ese es su nombre real- no fue de color de rosa, y es que durante la segunda mitad de los 80s y el comienzo de los 90s estuvo mucho más pendiente del trapicheo de drogas y las bandas (fue miembro de los Crips) que de la música.
Por suerte para él y sus fans, nunca dejó de lado totalmente el rap y siempre estuvo grabando temas junto a Nate Dogg y Warren G hasta que su talento fue a parar a oídos de Dr. Dre, alguien que como hemos dicho antes tampoco rondaba muy lejos
Snoop Dogg y Dr. Dre, un combo explosivo
Como testeo para ver la reacción del público, Dre lo estrenó en ‘Deep Cover’, una obra maestra del gangsta rap pertenenciente a la película del mismo nombre.
Snoop Doggy Dogg y Dr. Dre cabalgaban sobre un ritmo seco y agresivo entre samples y sintetizadores (producción del segundo) y narraban una de esas historias sobre el estilo de vida gangsta que empezaba a ponerse tan de moda en esa costa, en la otra y poco después en todo el mundo.
Se puede decir que lo mejor de esa olvidada película -protagonizada por Laurence Fishburne y Jeff Goldblum– era ese tema de estos dos talentos, y tal fue el boom de la canción que pronto Snoop empezó a ser hiperrespetado aún sin tener disco propio en el mercado.
Poco después y como modo de introducir a Snoop Doggy Dogg en los oídos de más y más jóvenes, Dre lo metió en prácticamente todas las canciones de su celebrada obra maestra ‘The Chronic’, con lo que Broadus ya era una cara y una voz ampliamente reconocida en todo el panorama, siendo aquello una jugada notable de marketing.
De esa manera y en aquel momento, el gangsta rap era el sonido más poderoso y de moda en las calles de Estados Unidos y para el resto de habitantes del globo que estaban al día. Y Snoop ya era un nombre propio con un talento y una fama lo suficientemente asentada para lanzarle un disco en solitario con el mínimo riesgo.
Así nació ‘Doggystyle’
Y de ese modo salió a la venta un año después ‘Doggystyle’, la ópera prima de Snoop Doggy Dogg y un disco histórico en lo musical y también en cifras: el primer disco de gangsta rap en ser número uno en ventas en el país.
El álbum se mantuvo arriba varios meses y sus dos primeros singles también, aún con el artista siendo acechado por diferentes cuestiones judiciales. Temas que, más allá de suponer un hándicap para la imagen del rapero, eran utilizados como modo de promoción del artista, al fin y al cabo se trataba de gangsta rap y ese término que luego se hizo más accesible trataba precisamente de eso.
En aquél momento en aquella costa el tiempo pasado entre rejas se exhibía como una medalla al mérito y los chicos de Death Row no se limitaban a ser gangsters de boquilla, aunque ese mismo modo de vida se llevó por delante a Tupac y otros.
En lo lírico y musical el disco no podía ser mejor. Algunas veces relajado, otras veces con carrerilla: ‘Doggystyle’ fundía la magia en la producción de Dr. Dre con la voz y los raps de Snoop en un binomio inigualable y un equipo titular de All Stars.
Rap gangsta de la mano de Doggy
Del himno ‘Gin And Juice’, la reivindicada ‘Tha Shiznit’, la definición del gangsta ‘Murder Was The Case’ y ‘Serial Killa’, la inolvidable ‘Who Am I’, la melódica y divertida «Ain’t No Fun» a la maravillosa ‘Pump pump’ con ese tempo acelerado que oímos en la película ‘Above the rim’.
El larga duración era -y es- una joya atemporal en lo musical que puso patas arriba a todo el mundo, empezando por las asociaciones de menores de edad que se escandalizaban por las letras.
No en vano, la portada llevaba la etiqueta de ‘Explicit content, parental advisory’ de modo que quejarse del lenguaje de un disco que ya te advertía de su contenido tiene el mismo sentido que hacerlo desde organizaciones gubernamentales mientras se bombardea -de modo literal- medio mundo por gas o petroleo: ninguno.
Snoop Doggy Dogg se convirtió en leyenda desde su primer disco, algo que no todos pueden decir. Su voz suave, su estilo entre pasivo y pasivo-agresivo, su manera relajada pero talentosa de escupir rimas y las inmejorables e históricas instrumentales de un Dr. Dre en estado de gracia hicieron que se haya mantenido en ese status a pesar de lo irregular de su carrera musical, cosa que ha suplido con su carisma natural y una fama global.
Y es que Snoop ha sido capaz de empezar en el gangsta rap con unas letras que encumbraban un estilo de vida moralmente cuestionable y sin embargo empatizar con el mundo entero de tal manera que su nombre es una marca por sí misma.
‘Doggystyle’ es un uno de esos discos (a pesar de su cochambrosa portada) que sabías que sería legendario desde la primera escucha. A pesar de lo que se pueda pensar, no tantas veces se ha visto a alguien manejarse con tantísima soltura entre unas instrumentales ya de por sí maravillosas.
Dogg estuvo a la altura de una música prodigiosa que mezclaba los samples de soul y funk de los que Dre era fan con los instrumentos reales hasta el punto de no que no sabíamos diferenciar donde empieza una cosa y termina la obra. ¿Entienden ahora por qué Snoop Dogg es tan grande?
Snoop no será el ganador de nuestro sorteo de unas M2K personalizadas y un felpudo, pero igual tú sí. Participa ya.