Las conclusiones del FBI tras décadas investigando a Michael Jackson

Michael Jackson no solo fue uno de los artistas más talentosos y reconocidos de todos los tiempos, sino también uno de los que más dinero ganó. Es por ello que durante gran parte de su vida también fue un imán para aquellos que querían enriquecerse a su costa. El caso de «Leaving Neverland» es el más flagrante, pero hubo muchos más en el pasado.

Es por ello que el FBI se vio obligado a investigar al cantante durante décadas, no solo para comprobar si era cierto o no que había abusado de algún menor, sino porque recibía constantes amenazas de muerte, mensajes de terroristas y similares.

Es lo que ocurre cuando eres la estrella más grande del planeta, que te conviertes en el foco perfecto para miles de locos. De hecho, la mayoría de esas historias son surrealistas si las miramos al detalle, empezando por las acusaciones de supuesto abuso de menores.

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De ese modo, el FBI comenzó a investigar a Michael en 1993, y no cesó hasta prácticamente el fallecimiento del artista en 2009, con cincuenta años de edad. Los investigadores monitorizaron sus conexiones a internet durante años e incluso confiscaron 16 discos duros, pero jamás encontraron nada cercano a la pedofilia, ni siquiera una mínima conexión con ella. Nada.

Por si fuese poco, también se investigó su colección privada de libros, de cintas de cassette y de DVD’s, no había absolutamente nada relacionado con la pedofilia ni con ninguna otra actividad ilegal.

Por supuesto, durante todo este seguimiento sí que hubo muchas otras cosas raras, como la familia que intentó extorsionarlo (el juicio por supuesto abuso a menores del que salió inocente en 2005) o amenazas terroristas a su persona junto a la de George W. Bush. Todo ello está en los documentos.

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De hecho, es llamativo como el FBI si se puso en contacto con un niño que podía haber sido víctima de abusos por parte de Michael, el menor no solo lo negó sino que dijo que jamás podría decir nada mal acerca del artista.

Tanto es así, que el abogado Brian Oxman dijo lo siguiente acerca de toda la documentación recopilada sobre la investigación que hubo durante décadas:

«En todas esas páginas, cientos de ellas y horas y horas de investigaciones… No hay ni un solo indicio de que Michael Jackson hubiera hecho algo malo ni cometido ninguna ilegalidad. De hecho, son casi una defensa. El FBI tenía todas estas pruebas y dijo: aquí no hay nada»

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Cuando se habla de la investigación del FBI, hablamos de nada más y nada menos que 673 páginas llenas de información, mucha de ella sacada a partir del artista monitorizado en su más estricta intimidad, como sus visitas en Internet o sus discos duros.

Es por ello que quizás es hora de hacer justicia y no solo darle el sitio que se merece como uno de los artistas más brillantes de la historia, sino como alguien injustamente acusado de actos deleznables que no le correspondían.

Eso sí, al menos la justicia ha dicho una y otra vez (incluso tras su muerte) que Michael Jackson jamás abusó de un menor. Ahora solo falta convencer a los que no se informan… y eso es más difícil.