Del barrio al mundo: ¿cómo influencia el rap en nuestra forma de hablar?
Hagamos un experimento. Abre Twitch o YouTube y prueba a pasear por algunos de los canales más grandes del momento. Ahora analiza el lenguaje de estos comunicadores, las palabras que utilizan. Como ya te habrás dado cuenta, si eres un poco perspicaz, de tanto en tanto aparecen palabras, expresiones, lugares comunes popularizados y nacidos en el hip hop: no es raro -al revés, incluso- que nos encontremos con términos como ‘bro’, ‘flow’, ‘pikete’, ‘swag’, ‘barras’, ‘gangsta’, ‘beef’, ‘flex’ o ‘gang’, por poner solo algunos ejemplos.
Si sales a la calle sucederá lo mismo. Bastará con darnos una vuelta y tratar de escuchar a grupos de jóvenes, entre la adolescencia y la primera adultez, para darnos cuenta de que estas palabras y expresiones se repiten. Ahora bien, la duda es: ¿la gente de a pie ha adoptado estos modismos a través de los grandes influencers o directamente los han absorbido del slang del rap?
Qué fue antes: ¿la gallina o el huevo? Posiblemente, el hip hop.
¿Ha cambiado el rap la forma en que nos comunicamos?
Desde el origen mismo, los raperos han utilizado en sus letras las expresiones populares de sus barrios, el lenguaje y los códigos internos de sus crews. De esta forma, a medida que la popularidad del género aumentaba, estas palabras, de pertenencia y uso exclusivamente local, fueron universalizándose de manera paulatina, de tal forma que alguien en Miami podía llegar a interiorizar -gracias al rap como vehículo de exportación lingüística- el slang de Nueva York, implementándolo en su habla cotidiana.
Así, el lenguaje del barrio dejó de pertenecer exclusivamente al barrio, ampliando sus horizontes tanto a nivel geográfico como a nivel de clase social. Lo que en un principio era poco más que una jerga íntima y escondida, se convirtió en un lenguaje universal, en una moneda de cambio dialéctica con la que cualquiera que conozca los códigos, independientemente de su lengua materna, puede llegar a comunicarse.
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Si a todo ello le sumamos el hecho de que el rap es, actualmente y en plena era de la hiperglobalización, el género más consumido prácticamente a escala planetaria, tenemos el caldo de cultivo idóneo para que el idioma propio del hip hop se expanda como la pólvora por todos los rincones del mundo.
Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que no es necesario ser un oyente asiduo de rap para tomar prestados sus códigos y modismos. Tal es el impacto del género en el habla coloquial de la actualidad que, de alguna forma, ha trascendido al propio género.
El particular caso de la influencia del rap en español
El caso del español es un rara avis dentro del mundo lingüístico. Actualmente hay 21 países que tienen nuestro idioma como lengua oficial y su número de estudiantes no para de crecer, gracias en parte al escaparate lingüístico que supone la hegemonía mundial de la música urbana latina.
A todo esto hay que sumarle las variaciones locales y regionales del español en todos y cada uno de estos 21 países. El resultado es que existen incontables formas de hablar español, algo que se traduce en cientos de maneras diferentes de hacer rap.
Por supuesto, al igual que ocurre en Estados Unidos, el rap ha supuesto el vehículo perfecto para un trasvase léxico entre los diferentes territorios hispanohablantes. Así, un español adopta la jerga dominicana, o un argentino la chilena, o un mexicano la ecuatoriana, algo cada vez más palpable y evidente en nuestro rap.
Pero esto no ocurre solo entre los usuarios de un mismo idioma, sino también entre usuarios de diferentes lenguas. Por ejemplo, con el nacimiento del rap en España -llegado a través de las bases militares norteamericanas repartidas por nuestro territorio- se adoptaron ciertos extranjerismos, presentes en el habla y en la música de la época.
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Estos extranjerismos, con el tiempo, han ido adaptándose al español como resultado de una serie de deformaciones léxicas. Tal es el caso de palabras como ‘josear’, que proviene de ‘hustle’, o ‘ganga’, que no deja de ser otra cosa que un españolización del término ‘gang’.
Como hemos dicho antes, estas expresiones no se quedan únicamente en el ámbito musical, sino que, cada vez más, pasan a engrosar el ya de por sí ilimitado corpus del español. Nacieron en los barrios, pero han llegado para cambiar la forma en la que nos comunicamos con los demás. Son palabras universales pero, a su vez, nos conectan directamente con sus orígenes, con sus contextos, con sus entornos y, sobre todo, con sus hablantes ‘nativos’.
El hip hop cuenta en su palmarés con un larguísimo historial de logros. Sin embargo, la universalización de su lenguaje propio quizás sea uno de los más grandes. Al fin y al cabo, el lenguaje nos define, da forma a nuestras percepciones, a nuestros pensamientos, pero, por encima de todo, da forma a nuestro mundo.
Saltamos de la lingüística a la psicología para analizar desde una vertiente más científica qué hay detrás de la cultura hip hop y sus principales reclamos.