El beef entre LeBron James y Draymond Green sigue vivo tras las Finales
Las finales de la NBA aún colean en la sociedad americana y las declaraciones de los protagonistas una vez terminado el quinto partido están haciendo las delicias de los periodistas y fans que siguen a las estrellas.
El primero fue Draymond Green (ala pivot de los vigente campeones, los Golden State Warriors) quien no dudó en aprovechar la oportunidad para mofarse de su eterno rival en la Conferencia Este, LeBron James. El de la bahía lució una camiseta mofándose del Rey durante la celebración del título en Oakland, y en ella podíamos ver un juego de palabras con la tipografía de la marca que da nombre al pabellón de los Cavaliers, haciendo referencia directa a lo cómoda y rápida que había sido su victoria en la recientes finales. Podemos relacionar esta provocación con esa camiseta que también llevó el año pasado LBJ durante su correspondiente celebración, por lo que más que una provocación, quizás fue más una contestación por parte de Green a lo que ocurrió el año pasado.
En la ya famosa camiseta de este año se puede leer “Quickle”, algo así como “rápido” o “fugaz”, el caso es que el jugador de los Cavs subió una foto en la que aparecía su rival luciéndola también en Instagram y dejó una descripción que ha hecho saltar a todos los fans como locos: “¿Eso fue lo que ella dijo?”
Las provocaciones continuaron cuando el jugador de los Cavs subió un video a su Instagram motivándose en el gimnasio con su nuevo corte de pelo, un corte que Dreymond aprovechó para decirle que: “por fin te has vuelto calvo, enhorabuena”
Pero si queremos relatar la última que han soltado por la boca estos deportistas tenemos que irnos dos días atrás para escuchar lo que dijo Lebron en el programa de radio Road Tripping presentado por Richard Jefferson, en el que el natural de Ohio dijo que a día de hoy en el poste solo podían hacerle frente Shaquille O’Neal en sus mejores tiempos y Jesucristo. Todo esto choca de manera directa con aquellas declaraciones de Green en las que alardeaba de ser el más fuerte bajo los tableros.
Parece que los egos de los jugadores están disparados y que el beef entre LeBron y Draymond va a seguir coleando hasta la próxima temporada.